Taller de Perfumería

Rosa: Debido a que la estética es un factor clave, algunas de las fragancias se usaban exclusivamente para el lujo. Aunque las rosas no eran originarias de Egipto, los antiguos egipcios podían importar rosas de Mesopotamia. Su aroma floral se hizo famoso por Cleopatra VII, la última faraona gobernante de Egipto.

Nardo: Al igual que la rosa, el nardo también era un perfume de lujo. Importado de Nepal, el nardo fue popularizado por muchos antiguos egipcios adinerados, entre ellos el faraón Hatshepsut de la Décimo Octava Dinastía.

Incienso y Mirra: Nativo de Somalia, el incienso se usaba en muchas prácticas espirituales de los antiguos egipcios. A menudo combinado con mirra, otra planta encontrada en la región de Somalia, ambos aromas se combinaban para producir una fragancia especial que a menudo se usaba en los templos en forma de incienso.

Loto: El loto o nenúfar no era un sólo un elemento de lujo, sino que era un aroma asociado con la deidad Nefertum. Nefertum era una deidad de la belleza, la felicidad y la perfección. En Egipto se encuentran comúnmente muchos lotos, como Nymphaea caerulea (nenúfar azul) y Nymphaea lotus (Loto blanco). Ambas plantas se pueden encontrar en paredes de tumbas, columnas de templos y joyas.

Muchos de estos aceites y perfumes eran fabricados mediante un proceso conocido como maceración. Al tomar la materia prima de la fragancia (generalmente materia vegetal) y hervir este material en grasa animal o aceite vegetal, el aroma de la planta queda atrapado en el aceite/grasa. Este proceso podía tomar algunas horas o algunos días. Cuando se había terminado de mezclar todo, se cernía a través de una tela fina y se dejaba enfriar a temperatura ambiente. El producto final era una pomada, o sea, un perfume sólido, o un aceite. Ese producto podía luego ser combinado con cera o resina para producir velas o incienso.

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