A pesar de que en el sitio se encuentran vestigios de edificios de la Era Bizantina, se cree que los cruzados construyeron el primer fuerte en esta isla en el Golfo de Aqaba a comienzos del Siglo XII durante el reinado de Balduino I, rey de Jerusalén, para ayudar a controlar una de las rutas principales entre El Cairo y Damasco. El general árabe y fundador de la Dinastía Islámica, Saladino, conquistó la isla y área circundante en 1170-1171.
Saladino ordenó que el fuerte de los cruzados se consolidara y reconstruyera. Durante aproximadamente 150 años, desempeño un papel importante, estratégico y simbólico, hasta que las cruzadas cercanas terminaron y el gobernador mameluco de Aqaba cambió su residencia a la ciudad costera.
Desde lo alta de la ciudadela hoy en día, es posible ver los países de Egipto, Jordania, Israel y Arabia Saudita.